sábado, 14 de diciembre de 2013

Pachacamac un templo increíble




Pachacamac era considerado el “soberano del mundo”, “un dios sin piel ni huesos", el creador de personas, plantas, animales y todo cuanto existe. Estaba ligado a varios elementos de la naturaleza, como el agua y fenómenos como los temblores, muy comunes en la costa pacífica del Perú. Sin embargo, lejos de ser quien protegía a las personas de los movimientos telúricos, era quien los provocaba y a quien había que agradar y ofrendar para evitarlos.

 

Recomendamos conocer el lugar
 
Cerca de Lima, Perú, recorro el enorme e impresionante complejo. ¡Cuánta grandeza e imponencia del pasado! Han transcurrido cerca de dos mil años y creo que desaparece poco a poco, como para evidenciar lo efímero de este mundo. Varias culturas ocuparon ese espacio y cada una contribuyó a través del tiempo: Lima, Ichsma, Wari e Inca. La relación con nuestras culturas ecuatorianas de la costa se dio sin duda alguna, pues en la Sala Museo Oro del Perú del Malecón de la Reserva se destaca a la concha Spondylus, única en su género, proveniente de los alrededores de Manta. Con el arribo del arqueólogo alemán Max Uhle al Perú entre 1895-1896, se inician los trabajos de investigación científica. Uhle comienza su labor en Pachacámac en febrero de 1896 y concluye en diciembre del mismo año. La principal fuente de evidencias arqueológicas de Pachacamac corresponde a Uhle que excavó al pie del Templo Pintado; el informe contiene la más grande colección de entierros envueltos en finos textiles multicolores con la técnica y decoración propia de los Wari de Ayacucho. A esta zona arqueológica de Pachacamac de 465 hectáreas  llegan cada día cerca de 500 turistas.

Sitio de homenaje a Max Uhle





Mucho para admirar y aprender

Es el santuario pre-hispánico más importante de la costa central del Perú, nombre asignado por el Inca Túpac Yupanqui, según las crónicas, al dios yunga Ychsma.  Dicho santuario presenta, entre su variada arquitectura,  una ocupación que va desde el periodo Intermedio Temprano hasta el Horizonte Tardío.  El Señorío de Ychsma basó su predominio en una extensa zona basado en una influencia religiosa, prueba de esto son las diferentes esposas e hijos del dios Ychsma (Pachacamac), convirtiéndose en verdaderos enclaves religiosos, que tributaban a Pachacamac.  Quizás el pilar que favoreció a la diseminación del culto al dios Pachacamac fueron los mercaderes Ychsmas, quienes además de sus labores de trueque, difundían  el culto a Pachacamac.  Otro punto que pudo favorecer a su difusión pudieron ser sus poderes sobre los movimientos telúricos, que infundían temor entre los naturales y, sus oráculos, muy solicitados, inclusive desde tierras lejanas.





Hernando Pizarro fue el primero en llegar

Fue la expedición dirigida por Hernando Pizarro la primera en llegar al santuario de Pachacamac; dicha expedición partió de Cajamarca el verano de 1533 luego de transcurrido un tiempo de los incidentes de la captura de Atahualpa.  Gracias a dicha expedición, no solo se tiene información referente al señorío Ychsma, sino también, contribuyó al conocimiento de señoríos importantes como el de Huaura, Barranca y Chancay, siendo Miguel de Estete el responsable de realizar la crónica del citado viaje.  Al llegar Hernando Pizarro al señorío Ychsma, fue recibido por Taurichumbi, principal impuesto por el Inca, y una comitiva de líderes de los señoríos aledaños.  Luego de recibir el oro existente en el santuario bajo amenaza de muerte a los principales del santuario, procedió a visitar el templo de Pachacamac, actualmente conocido como el Templo Pintado por su decoración pictórica.  Según las crónicas de Estete, Hernando Pizarro pidió ser llevado ante el ídolo de Pachacamac, y al llegar a su templo, encontró al ídolo en un recinto precario y oscuro, rodeado de productos marinos en descomposición.  Al relacionar al ídolo de Pachacamac con el diablo, lo derribó de su lugar de descanso, ante esto los naturales congregados se atemorizaron y solo esperaron que la tierra tiemble por la ofensa propinada ante el ídolo, lo que nunca sucedió, causando asombro de los naturales.

 


Hallaron el ídolo en 1938

El ídolo se encontraba perdido desde que fue derribado por Hernando Pizarro hasta su descubrimiento el año de 1938 por parte del Dr. Alberto Giesecke, durante los trabajos realizados en el Templo Pintado.  En este Ídolo tallado en madera se expresa una de las bases de la cosmovisión andina, la Dualidad, representada por los dos personajes tallados de manera opuesta representando una unidad, vestido uno de ellos con un traje adornado por maíz y el otro con un traje adornado con figuras de animales.  Debajo de este objeto de unos 50 cm. de altura aproximadamente, se pueden apreciar tallas de felinos, serpientes de una y dos cabezas, personajes antropomorfos entre otros dibujos.  Dichas representaciones son relacionadas con el mito de Pachacamac y Vichama, los cuales estarían representados en los dos personajes que miran hacia lados opuestos. Es posible apreciar una réplica del mencionado ídolo en el Museo de Sitio de Pachacamac. Desde la cima se contempla el mar, la vista es preciosa. Sin duda el lugar guarda muchos misterios. Los científicos siguen estudiando día a día.

César Pinos Espinoza
 

 
Desde la cima se contempla el mar.
              

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