martes, 9 de julio de 2013

PORTOVELO: HISTORIA MINERA DE CENTURIAS.

Monumento al Minero en Portovelo, provincia de El Oro, Ecuador.


Algunos afirman que el nombre de "Portovelo" fue adoptado por los ingleses, en el año de 1880 cuando una empresa laboró en este sector con el nombre de “Grant Zaruma Gold Mining Company Limited”. Fueron ellos quienes llamaron a este sector “Portovelo” por su semejanza con algún parque de Londres. No se puede afirmar, que ésta sea la causa del nombre ya que hay otras versiones como “Tumbes en el siglo XVI era puerto de importancia estratégica, era un sector obligado de arribo y desembarque para los conquistadores españoles que llegaron a nuestro litoral con procedencia de Panamá. Muchos de ellos fueron mineros quienes catearon las arenas del Río Tumbes, encontraron el codiciado metal en forma rentable por lo que acordaron remontar el río en canoa en busca de los filones que servían de criaderos en rocas de alturas. Fueron sorteando todo obstáculo entre ellos una cascada, llegando a la unión de los dos ríos caudalosos, guiados por los cateos.


Recuerdos de la época de oro en Portovelo.


No siguieron el curso del Pindo formado a pocos kilómetros arriba, hacia Loja con la unión del Ambocas y El Luis y prefirieron el otro de corto trayecto, el Guichiguichi, producto de la unión de los ríos Calera y el Amarillo. Una vez en sus juntas siguieron el segundo (Amarillo) por su mayor riqueza, origen de su nombre dado tal vez por los atrevidos y osados explotadores. A cosa de media legua dieron con una playa que bautizaron con el nombre de Portovelo y desde entonces se llama así, por alguna semejanza topográfica con el puerto marítimo de Istmo de Panamá, así llamado por la exclamación que le dictó a Colón la belleza de la bahía, tumba del primer ingles que dio la vuelta al mundo (Francisco Drake), después de haberlo hecho, el segundo jefe de la expedición organizada con tal objeto por el célebre marino portugués Francisco de Magallanes. En viaje de occidente a oriente, pasadas las bocas del río Chegres exclamó el descubridor de América al entrar en la bahía aludida. ¡Qué puerto tan bello!”

Museo Mineralógico, cuyo fundador y propietario es Magner Turner Carrión. 



La travesía descrita, por donde salió el oro de Portovelo y por donde entraron los pertrechos a Loja, es la ruta por Tumbes, Zarumilla, Portovelo siguiendo aguas arriba desde el Río Tumbes en el pacifico hasta los contrafuertes auríferos zarumeños. Por la ruta del Puerto de Jambelí, Zambotambo, Ayapamba, Portovelo, se acortó el camino y se hizo menos agreste la vía hacia Portovelo que siguió siendo asiento de minas y palenque de los negros esclavos, impedidos, no podían vivir en Zaruma por evitar que se junten con los indios y estos los mataban a palos.
La ruta más corta hacia el oro de Portovelo se da así: las carabelas, entre ellas la Capitana, navegaban bordeando las costas explorando los esteros, de esta forma, entraron en Jelí al desagüe por el Río Santa Rosa y luego aguas arriba por el Río Carne Amarga en donde improvisaron un atracadero que sirvió de puerto para sacar el oro de Curipamba y Portovelo y subir todos los pertrechos y abastecimientos de la conquista y encomienda de Loja. El oro de la mina de Curipamba tendría 700 años de explotación y dataría del período preincaico y prehispánico.




A las tierras del oro de Zaruma se les asigna el trato de asiento de minas. Las tierras de Loja se extendían desde Jambelí en el mar del Sur hasta el mar dulce del río Marañón. El primer asiento de minas en estas tierras es Curipamba, actual Portovelo. Su riqueza aurífera atrajo a los primeros colonizadores.
Zaruma es aprovechada para vivienda de los castellanos, así como para los aborígenes y mitayos traídos de la sierra. Se estableció en Portovelo los cuarteles negreros y proveedurías reales desde donde se repartían a los esclavos hacia tierras orientales, Loja, Cuenca, norte del Perú y Zaruma. Los trabajos exclusivos de ellos eran de socaboneros, cargadores, picadores, estableciéndose en Portovelo, desde 1550 (Poma, 2003). 

Juventud actual de Portovelo. 



El topónimo “kuripamba” proviene del quichua “kuri”, que significa “oro”, y “pamba”, planicie. Estuvo habitada por los Paltas, parte de la Confederación Cañari. Muchos de sus pobladores decidieron huir para no ser explotados en las minas, al ser obligados a trabajar buscando oro. Mucha gente murió. Los nombres nativos propios de la zona son Zaruma, Curtincapac, Salatí, Guishaguiña, Ayapamba, Arcapamba, Paccha, entre otros. Los habitantes prehispánicos de estas regiones auríferas descubrieron los yacimientos e idearon efectivos métodos para su explotación.