martes, 5 de noviembre de 2013

JOSÉ MARÍA SÁENZ, UN HÉROE ASESINADO EN PESILLO.




Entre 1.824 y el 27 fue jefe del Batallón Quito formado por sujetos de esa capital. El 10 de octubre de 1.825 recibió la Medalla del Busto del Libertador decretada por el Congreso Nacional peruano a los más importantes próceres de la independencia. En 1.826 ascendió a Coronel graduado. El 27 fue pintado por Antonio Salas para la galería de retratos de próceres de la independencia que mandó a confeccionar el General Juan José Flores.

Sáenz fue elevado a Coronel efectivo en el campo de Batalla en el Portete el 27 de febrero de 1829 y en octubre Bolívar lo ascendió a General de Brigada y Prefecto de Quito. Con tal dignidad encabezó el 13 de Mayo de 1.830 el Acta de Separación del Distrito Sur de la Gran Colombia y al día siguiente se trasladó a Pomasqui a Juramentar a Flores como Jefe Civil y Militar del nuevo Estado. Por entonces se llevaban muy bien. Sáenz tenía a cargo las obras de refacción de la quinta "El Placer" de propiedad de Flores.  

Mientras tanto el General Rafael Urdaneta habíase proclamado en Bogotá a nombre del Libertador pidiendo su inmediato regreso. Con tal fin despachó a su hermano Luis a Guayaquil a que soliviantare a las nuevas autoridades y las vuelva otra vez a Bolívar, a tiempo que Sucre viajaba a toda prisa a sostener la unidad. Parecía que la vuelta a la Gran Colombia estaba próxima. Así lo pensó el Vicepresidente ecuatoriano José Joaquín de Olmedo que en noviembre apoyó a Urdaneta quien designó delegados ante el Encargado del ejecutivo Dr. José Fernández-Salvador y López, suegro de Sáenz y miembro de la camarilla floreana que detentaba el poder.

La revolución de Luis Urdaneta dejó claramente establecido que los firmantes del Acta Separatista del 13 de Mayo de 1.830 lo hicieron en su mayor parte movidos por algún compromiso o por el afán de figuración política, más no por convicciones profundas, pues algunos actuaron después a favor de la vuelta a la Gran Colombia, como fue el caso del General Sáenz, considerado el más importante General quiteño de este tiempo. El 20 de abril de 1834, ya durante la primera presidencia de Flores, entró por el páramo de El Ángel y arribó a la hacienda Santa Rosa de su amigo Valdivieso para caer por sorpresa sobre la población de Tabacundo donde hubo un leve cruce de disparos. Le acompañaban doscientos paisanos inexpertos en los gajes de la guerra pero dispuestos a enfrentar a las tropas regulares del general Antonio Martínez Pallares.

Eran las cuatro de la tarde del día 21 de abril de 1.834 y todo se había perdido. Sáenz desmontando de su caballo y en el suelo ordenó a su ayuda de campo que levantare bandera blanca de rendición. Tomado prisionero, permaneció cosa de un cuarto de hora hasta que un oficial de apellido Cárdenas ordenó su ejecución, ignorándose si fue ajusticiado a puñaladas o lanceado o si por el contrario lo sometieron a la pena de fusilamiento. El tal Cárdenas moriría pocos días después cerca de Otavalo en un encuentro furtivo con fuerzas revolucionarias, pagando su crimen. Poco después se produjo la batalla de Miñarica que llevó a Rocafuerte al poder tras su pacto con Flores, volviendo todo a su estado original; Manuela Sáenz fue obligada a salir al destierro de Paita por peligrosa para la tranquilidad del país, debido a que según se creía, volvía para vengar la muerte de su hermano. (Rodolfo Pérez Pimentel).

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